Sesión 55: Death and Rebirth, the Comic (Parte I)
[·Inicio de la transmisión·]
No se como empezar esto. Supongo que lo mejor es ser breve y directo:
Su escritor habitual esta muerto.
El proceso fue rápido, sorpresivo y bastante triste de ver. El virus lo invadió de un dia a otro, y desde ese dia no me quedo mas que hacer, salvo ver como se apagaba lentamente frente a mis ojos. En unos pocos dias la fiebre llegó a 40º y se mantuvo asi por 3 dias imposibles, encerrados entre sus delirios y las miles de angustias de sus escasos momentos lúcidos. Mencionaba insistentemente el estar saltándose su última promesa sin romperla, cosa que jamás comprendí hasta después del fin. Llorando con sus pocas fuerzas el perderse las fiestas o, peor aun, el acabar de esa manera un año oscuro. Sufriendo lo que describió como el peor dolor fisico de su vida como si fuera ya ajeno, pensando en dolores ajenos y en causas pendientes. Cosas de esos dias finales.
Me dio una carta y una misión. Tal vez la cumpla pronto, quien sabe. Eso si, la carta fue destruida. Nadie merece saber lo que pasó por el en esos últimos momentos, ni siquiera el destinario de ese papel. Espero me lo perdone el dia que me lo reclame, pero odié que haya dejado que apagaran su vida y se aprovecharan de su estúpida manía de entregarse por completo. Eso no sirve aqui, me temo.
Cuando el final llegó, estaba en paz consigo mismo. Pese al dolor y a su cuerpo desfigurado por las lesiones. Tal vez porque el atravesar todo el dolor posible en poco tiempo le terminó de liberar de sus miedos y sus dudas. Ya saben, cuando no tienes nada que perder, nada mas importa. Comprendió que debía partir de el y hacia el, y eso, aun en el final, es tranquilizador.
Ahora descansa tranquilo. Rezaré por el a diario, pero no lo extrañaré, porque se que su tiempo se acabó en el momento debido. No se que recuerdo dejará en el resto del mundo ingrato y agreste que le tocó enfrentar. No me importa. Sus lecciones serán desde hoy mi lema. Y es todo lo que puedo compartir con ustedes.
[·Fin de la transmisión·]
No se como empezar esto. Supongo que lo mejor es ser breve y directo:
Su escritor habitual esta muerto.
El proceso fue rápido, sorpresivo y bastante triste de ver. El virus lo invadió de un dia a otro, y desde ese dia no me quedo mas que hacer, salvo ver como se apagaba lentamente frente a mis ojos. En unos pocos dias la fiebre llegó a 40º y se mantuvo asi por 3 dias imposibles, encerrados entre sus delirios y las miles de angustias de sus escasos momentos lúcidos. Mencionaba insistentemente el estar saltándose su última promesa sin romperla, cosa que jamás comprendí hasta después del fin. Llorando con sus pocas fuerzas el perderse las fiestas o, peor aun, el acabar de esa manera un año oscuro. Sufriendo lo que describió como el peor dolor fisico de su vida como si fuera ya ajeno, pensando en dolores ajenos y en causas pendientes. Cosas de esos dias finales.
Me dio una carta y una misión. Tal vez la cumpla pronto, quien sabe. Eso si, la carta fue destruida. Nadie merece saber lo que pasó por el en esos últimos momentos, ni siquiera el destinario de ese papel. Espero me lo perdone el dia que me lo reclame, pero odié que haya dejado que apagaran su vida y se aprovecharan de su estúpida manía de entregarse por completo. Eso no sirve aqui, me temo.
Cuando el final llegó, estaba en paz consigo mismo. Pese al dolor y a su cuerpo desfigurado por las lesiones. Tal vez porque el atravesar todo el dolor posible en poco tiempo le terminó de liberar de sus miedos y sus dudas. Ya saben, cuando no tienes nada que perder, nada mas importa. Comprendió que debía partir de el y hacia el, y eso, aun en el final, es tranquilizador.
Ahora descansa tranquilo. Rezaré por el a diario, pero no lo extrañaré, porque se que su tiempo se acabó en el momento debido. No se que recuerdo dejará en el resto del mundo ingrato y agreste que le tocó enfrentar. No me importa. Sus lecciones serán desde hoy mi lema. Y es todo lo que puedo compartir con ustedes.
[·Fin de la transmisión·]