Sesión 61: Tiempos y Ritmos. (Parte 2)
ACLARACION: En la primera parte, mentí un poco para ponerle mas pimienta al asunto y resulto que se salio de control porque recibi fuertes palabras desde diversos lugares. Me senti un poco atacado y dolido porque senti agresividad en un tema donde claramente no podian pedirme mucho.
Me refiero a esta frase: " También creo que me habría suicidado a los 16 en lugar de solo tener 2 intentos a los 27..."
Quienes han leido el blog por mas tiempo saben que eso no es mas que una exageracion, una libertad literaria... para demostrarlo, esta frase de la Sesión 5, hace ya mucho:
"...y pensé seriamente en matarme (nunca pensé realmente hacerlo, pero si pensé mucho en ello. Cosas de cuando estas muy, pero muy mal)".
Recibí amargos reproches de amigos diciendo que por que no lo dije entonces... vamos, seamos serios!. Todos sabemos que los suicidas rara vez anuncian planes, o para el caso, rara vez pueden hablar de lo que les pasa. Uno se aisla porque no quiere desparramar mas sufrimiento... si yo hubiera dicho "me quiero matar", solo habria logrado lástima, y aun en ese momento mi orgullo lo impidió. Habria evitado eso que me quedara solo, o que tocara fondo? Lo dudo. Solo tal vez, pero a costa de lo poco que quedaba de mi autoestima... de ser el perro huacho que nunca quise ser. Ademas, eso sirvio para dar forma a lo que soy ahora, cosa que no podria haber hecho de tener las muletas de la caridad y la lástima. Todo mi ser gritaba por ayuda, y si no lo notaban entonces, pues nada... era el destino.
Moralejas:
Lean el blog mas seguido para no impresionarse con las leseras que escribo. XD
Ahora sere mas cuidadoso al redactar :-S
No quiero que se sientan mal por estas palabras.
Asi que con disculpas por la frase, pero no por el silencio, rectifico: nunca intenté matarme, solo pense en la idea y la deseché por inutil. Lamento haberlos asustado, asi que no lo tomen como algo personal o falta de confianza. Simplemente, cuando uno siente que quiere morir, prefiere no esparcir la noticia. Seguimos con la historia.
La U fue un periodo turbulento. Obviamente los años de adolescencia decidieron cobrarse con fuerza justo en el momento en que se supone el resto del planeta decide que es hora de madurar y hacerse adulto. No en mi caso:
Mi tiempo personal decidió que debía pasar todo eso en medio del proceso externo de hacerme persona, y he ahi que he vivido los últimos 9 años desgarrado entre la intención firme de seguir siendo el mismo espíritu que ingresó a la U versus la intención obvia de la misma de romperme el alma a pedazos. Nada bueno sale de ahi, tal como lo demuestra la desaparición nunca concretada, las balas mentales que me atravesaron el cerebro 4 veces, la insulina que jamás compré, el tramadol que boté, la promesa que me obligaron a hacer y que estúpidamente cumplí y la cicatriz que dejó en mi mano el fierro que me enterré en la reja.
[pequeño paréntesis disruptivo de esta propia linea temporal: esa vez que senti la herida en la mano, por primera y tal vez unica vez en mi vida, admito haber sentido placer de ese instante en que el dolor, la rabia y la impotencia se mezclaban con la imagen vívida de mi sangre brotando y corriendo por mi mano y mi muñeca. Me sentí bien por darle un escape físico a mi dolor interno de entonces, pude ver belleza en la forma que el líquido carmesí caminaba por mi piel y tal vez hasta mi imagen animalesca bebiéndolo hubiese sido interesante. Pero solo lo hice para evitar el tétanos. Ademas, el destino habia escrito que podria expresar dolor físicamente mas adelante y de mucha mejor forma, vaya que si...]
Mi tiempo personal regresó hasta los 12, avanzó arrastrado hasta los 15 y se quedó porfiadamente ahi hasta que el espacio no soportó mas y el desgarro me rompio por dentro. Afuera en tanto, yo avanzaba en la carrera y todos creain que seria un gran profesional joven. El mundo sigue su marcha como sea, y no soy Mort como para alterar eso.
Sin embargo, la solución parece estar ahi: casi en las puertas de la muerte, pude por un instante aferrarme con una mano a mi tiempo interno, corriendo como nunca antes para mantenerme en el umbral de la conciencia, y con la otra al mundo exterior, que se había vuelto un vórtice donde lo mas externo parecía haberse frenado para ver que pasaba con mi vida mientras cerca el ojo volaba el hielo, el fuego y el dolor ardiente de la derrota de un sistema. Recordé aquella increible frase que oí en boca de alguien durante una titulación... "La misión de la universidad es destriur el espíritu con el que llegan a ella, con el fin de entregarles uno nuevo, con el que serán capaces de enfrentar los desafíos del mundo exterior". Con mi ultimo poco de lucidez comprendí que negarse al cambio era el error grave, que debia dejarlo fluir en mi y moldearlo a mi gusto para hacerlo mío, para ser otro sin dejar de ser el yo de siempre, el que en verdad siempre he sabido y querido ser. Alegóricamente, el cambio interno pasaba por aceptar ese desgarro, algo asi como la pelea final de Matrix, cuando Neo comprende que debe hacerse uno con el enemigo para poder vencerlo. Yo soy la fuerza de mi cambio, y soy tambien el dueño de su forma en mi.
Luego de eso... había pasado una semana.
Hoy comprendo que mi tiempo interno es inevitablemente lento. Lo se cada vez que llego tarde a alguna parte, cada vez que debo revisar todo 2 veces y cada vez que hago cosas en rápidos golpes de aceleracion porque pase eones haciendo nada (y sufrir las quejas por ello). Ahora en vez de luchar con ello lo adapto: elaboro planes, alargo plazos, cambio actitudes. Me dedico a ser simplemente yo. La transformacion mas notable se dio ahora en mi viaje externo, cuando gracias a la lentitud de la provincia me vi en sincronía por primera vez desde... tal vez siempre. Y asi resultó todo.
Ahora, ya no importa la relación velocidad/ubicación. Se donde quiero llegar(ser) y a que velocidad hacer el viaje. En que momento ocurran ambas cosas ya se verá. Aparentemente, cuando dicen que en la vida lo importante no es el destino sino el viaje, se refieren a eso.
Suerte a quienes se marearon con esto.
Handley
Me refiero a esta frase: " También creo que me habría suicidado a los 16 en lugar de solo tener 2 intentos a los 27..."
Quienes han leido el blog por mas tiempo saben que eso no es mas que una exageracion, una libertad literaria... para demostrarlo, esta frase de la Sesión 5, hace ya mucho:
"...y pensé seriamente en matarme (nunca pensé realmente hacerlo, pero si pensé mucho en ello. Cosas de cuando estas muy, pero muy mal)".
Recibí amargos reproches de amigos diciendo que por que no lo dije entonces... vamos, seamos serios!. Todos sabemos que los suicidas rara vez anuncian planes, o para el caso, rara vez pueden hablar de lo que les pasa. Uno se aisla porque no quiere desparramar mas sufrimiento... si yo hubiera dicho "me quiero matar", solo habria logrado lástima, y aun en ese momento mi orgullo lo impidió. Habria evitado eso que me quedara solo, o que tocara fondo? Lo dudo. Solo tal vez, pero a costa de lo poco que quedaba de mi autoestima... de ser el perro huacho que nunca quise ser. Ademas, eso sirvio para dar forma a lo que soy ahora, cosa que no podria haber hecho de tener las muletas de la caridad y la lástima. Todo mi ser gritaba por ayuda, y si no lo notaban entonces, pues nada... era el destino.
Moralejas:
Lean el blog mas seguido para no impresionarse con las leseras que escribo. XD
Ahora sere mas cuidadoso al redactar :-S
No quiero que se sientan mal por estas palabras.
Asi que con disculpas por la frase, pero no por el silencio, rectifico: nunca intenté matarme, solo pense en la idea y la deseché por inutil. Lamento haberlos asustado, asi que no lo tomen como algo personal o falta de confianza. Simplemente, cuando uno siente que quiere morir, prefiere no esparcir la noticia. Seguimos con la historia.
La U fue un periodo turbulento. Obviamente los años de adolescencia decidieron cobrarse con fuerza justo en el momento en que se supone el resto del planeta decide que es hora de madurar y hacerse adulto. No en mi caso:
Mi tiempo personal decidió que debía pasar todo eso en medio del proceso externo de hacerme persona, y he ahi que he vivido los últimos 9 años desgarrado entre la intención firme de seguir siendo el mismo espíritu que ingresó a la U versus la intención obvia de la misma de romperme el alma a pedazos. Nada bueno sale de ahi, tal como lo demuestra la desaparición nunca concretada, las balas mentales que me atravesaron el cerebro 4 veces, la insulina que jamás compré, el tramadol que boté, la promesa que me obligaron a hacer y que estúpidamente cumplí y la cicatriz que dejó en mi mano el fierro que me enterré en la reja.
[pequeño paréntesis disruptivo de esta propia linea temporal: esa vez que senti la herida en la mano, por primera y tal vez unica vez en mi vida, admito haber sentido placer de ese instante en que el dolor, la rabia y la impotencia se mezclaban con la imagen vívida de mi sangre brotando y corriendo por mi mano y mi muñeca. Me sentí bien por darle un escape físico a mi dolor interno de entonces, pude ver belleza en la forma que el líquido carmesí caminaba por mi piel y tal vez hasta mi imagen animalesca bebiéndolo hubiese sido interesante. Pero solo lo hice para evitar el tétanos. Ademas, el destino habia escrito que podria expresar dolor físicamente mas adelante y de mucha mejor forma, vaya que si...]
Mi tiempo personal regresó hasta los 12, avanzó arrastrado hasta los 15 y se quedó porfiadamente ahi hasta que el espacio no soportó mas y el desgarro me rompio por dentro. Afuera en tanto, yo avanzaba en la carrera y todos creain que seria un gran profesional joven. El mundo sigue su marcha como sea, y no soy Mort como para alterar eso.
Sin embargo, la solución parece estar ahi: casi en las puertas de la muerte, pude por un instante aferrarme con una mano a mi tiempo interno, corriendo como nunca antes para mantenerme en el umbral de la conciencia, y con la otra al mundo exterior, que se había vuelto un vórtice donde lo mas externo parecía haberse frenado para ver que pasaba con mi vida mientras cerca el ojo volaba el hielo, el fuego y el dolor ardiente de la derrota de un sistema. Recordé aquella increible frase que oí en boca de alguien durante una titulación... "La misión de la universidad es destriur el espíritu con el que llegan a ella, con el fin de entregarles uno nuevo, con el que serán capaces de enfrentar los desafíos del mundo exterior". Con mi ultimo poco de lucidez comprendí que negarse al cambio era el error grave, que debia dejarlo fluir en mi y moldearlo a mi gusto para hacerlo mío, para ser otro sin dejar de ser el yo de siempre, el que en verdad siempre he sabido y querido ser. Alegóricamente, el cambio interno pasaba por aceptar ese desgarro, algo asi como la pelea final de Matrix, cuando Neo comprende que debe hacerse uno con el enemigo para poder vencerlo. Yo soy la fuerza de mi cambio, y soy tambien el dueño de su forma en mi.
Luego de eso... había pasado una semana.
Hoy comprendo que mi tiempo interno es inevitablemente lento. Lo se cada vez que llego tarde a alguna parte, cada vez que debo revisar todo 2 veces y cada vez que hago cosas en rápidos golpes de aceleracion porque pase eones haciendo nada (y sufrir las quejas por ello). Ahora en vez de luchar con ello lo adapto: elaboro planes, alargo plazos, cambio actitudes. Me dedico a ser simplemente yo. La transformacion mas notable se dio ahora en mi viaje externo, cuando gracias a la lentitud de la provincia me vi en sincronía por primera vez desde... tal vez siempre. Y asi resultó todo.
Ahora, ya no importa la relación velocidad/ubicación. Se donde quiero llegar(ser) y a que velocidad hacer el viaje. En que momento ocurran ambas cosas ya se verá. Aparentemente, cuando dicen que en la vida lo importante no es el destino sino el viaje, se refieren a eso.
Suerte a quienes se marearon con esto.
Handley