24.4.09

Sesión 63: Norte

"¿Que qué quiero?"

Escucho esta pregunta dentro de mi cabeza todos los dias, varias veces al dia. Mi subconciente responde a mi pregunta original con una peor, una que me obliga a cuestionarme y a buscar en el fondo de mi mismo, a encontrar, conocer y reconocer mis motivaciones mas profundas, aquellas cosas que determinan mis reflejos mas básicos. Lo terrible, es que por mas que lo intento aun no logro encontrar tales postulados básicos, y en tanto no encuentre los principios de mi ser, esa pregunta seguirá sin respuesta.

Me demoré mucho en redactar estas ideas y este post. En parte porque es dificil definir la incertidumbre, y en parte porque tal vez tengo miedo de saber la verdad. Es un poco complicado volver los pasos y descubrir que, a lo mejor, todo mi piso esta construido sobre pilares falsos. A lo mejor simplemente equivoqué el camino y seré marcado por el error de mi entonces juventud. A lo mejor mi potencial estaba en otra área (pensamiento creativo, análisis, comercio, que se yo) y lo desperdicio intentando encajar en algo mas... a veces la sensación de (t)error se vuelve insoportable, y recurro simplemente a ahogar esas ideas en el trabajo mismo, o en el chocolate.

Envidio enormemente a la gente que siempre tiene claro lo que quiere (quiso) y tiene que hacer, o lo que le gusta. Veo a mis amigos trabajando, contandome las penurias de su vida diaria y los desafios que se plantean para despues: postgrado, mejor pega, casa, auto, familia, lo que sea. Yo entre tanto, y a pesar de haber progresado montones, sigo estando (y lo peor, sintiéndome) 2 o 3 peldaños debajo de ellos y sus experiencias. Mis expectativas son completamente diferentes y hasta poco claras o poco realistas. No me nace, como a ellos, la necesidad imperiosa de ir mas alla. Busco el refugio tranquilo, la reflexión,. Cuando ellos hablan de saber mas de lo mismo, yo quiero saber un poco mas de todo, en especial de lo que me aleja del centro de mi profesión. Siento que no tengo esa pasión que ellos poseen, y en verdad es esa pasion lo que envidio de ellos. Para los mas siúticos, a veces siento que no tengo vocación para esto (y ojo, que yo hace mucho no creo en tal cosa como concepto profesional porque eso querria decir que la gente nace para algo, y en terminos laborales yo mas bien creo que se hace producto de lo que le toca vivir. Es un tema que por si mismo da para mucho. Puede que mi interpretacion sea diferente y no necesariamente contraria. O bien, es mi excusa para la pérdida de ese espacio en mi alma, cosa que jamás podre saber)

Es algo que me da pena, porque yo se que en algun momento la tuve y me la mataron tanto mis debilidades como las vivencias internas.

¿Será pecado hacer bien la pega sin sentirla propia? ¿Importa acaso? ¿Me obligará eso a la larga a enfrentarme a mi mismo y tener que descubrir al fin algo que me haga sentir vivo, o simplemente no se me concedio ese don y me conformaré con "hacer las cosas bien"?

A lo mejor el tema tiene que ver con otros asuntos. A veces pienso que todo esto pasa porque para mi la carrera nunca fue un fin en si misma sino un medio, y que por eso jamas me sentire conforme con ella, y por extensión, que da lo mismo cuanto haga por mejorar o adapatarme, pues no será lo que me haga sentir bien conmigo mismo. El problema es que el hilo central de mi viaje es la búsqueda del "ser yo mismo"...

"¿Que qué quiero?" ... ser bueno. Eso. Quiero que mi legado sea eso. Yo, en cuanto individuo, no tengo valor alguno como para la trascendencia. No aspiro a la grandeza y no sabría que hacer en ella. A lo unico que aspiro, entonces, es a que cuando lo que quede de mi sea reciclado, los que queden tengan un buen recuerdo de lo que fui para ellos. En The Bucket List, decían que una forma de medir el valor de tu vida es ver cuantos la usan como medida de la propia. Es lo que quiero. La tranquilidad de haber importado a alguien, saber que una cosa pequeña se transformo en un cambio. En sonrisa, en un beso. En alegría en un nuevo corazón.

A veces, simplemente, me gustaría poder vivir sin cuestionar mis motivaciones o mi propia existencia. Pero cuando pienso en ese ser, veo que no soy "yo", y no me gusta. Asi que sigo aqui, pelando el cable, esperando el dia en que pueda responder estas preguntas.

Handley

6.4.09

Sesión 62: Acción y Reacción

Hoy comencé el 2º de 3 internados. Hospital. Admito cierto temor de mi ignorancia pero lo compensare con el interes y deseo absoluto de poder cumplir mi plan de vida. Han pasado otras cosas interesantes para mi pero no creo que sean de su interés. Ademas, se me ocurrió una mejor idea.

Recuerdan cuando les hablé de la inercia en mi vida? Pues bien, la Física ataca de nuevo. Como Newton tiene 3 leyes y ya tomé la primera, que mas da, me dije. La segunda es la Ley de Fuerzas y es mas bien fome asi que no me interesa desarrollarla por hoy:

"El cambio de movimiento es proporcional a la fuerza impresa y ocurre en línea recta a lo largo de la cual aquella fuerza se imprime". Para no dejarlos en la duda, eso llevado al idioma del blog siginifca que el tamaño del problema o acontecimiento determina el tipo de reacción, respuesta y determinacion necesarios (o exigidos) para sobrellevarlo. Es tan obvio que mejor pasemos a lo que importa. La Tercera Ley:

Principio de Acción y Reacción

"Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria: o sea, las acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en direcciones opuestas"

Como diría la abuela, "no puedes tocar sin ser tocado" (y ademas, de forma igual y opuesta)

Pero lo que es relevante para efectos de este blog, y para mi en lo personal, es que esto derriba una falacia tras la cual muchas veces uno se esconde para sostener engaños autoimpuestos o esconder deseos subterráneos: La neutralidad es casi imposible (y digo casi porque tratándose de gente puede haber mas de alguna excepción).

Perdí gran parte de mi vida tratando de ser un observador perfecto, etéreo e imparcial. Traté incluso de juzgarme a mi mismo bajo esa perspectiva errónea y lo único que logré fue aislamiento y una disociación extrema entre mi racionalidad y mis emociones. Todo lo que hagamos, sea por buena o mala razón, inevitablemente causa un efecto en nuestro entorno, y muy fuertemente en quienes nos rodean. He visto como yo mismo, muchas veces sin quererlo y sin buscarlo, por el solo hecho de estar en alguna parte y ser en ese instante he provocado reacciones que no debieron estar ahí, y consecuencias fuertes a partir de ellas. Mas aun, cada una de esas pequeñas intervenciones que realizo con mis cercanos buscando seguridad y equilibrio responden amplificándose como un diapasón emotivo, al punto que ya incluso dudo de seguir con ese sistema, o de si en verdad los gestos que hago son tan pequeños como yo creo. Hay una nube de incertidumbre que son las emociones ajenas, y muchas veces erro fatalmente al calcular el peso de mi alma en sus cercanías.

No es posible ser el caballero en brillante armadura y socorrer al mundo sin cambiarlo en el proceso, ni tampoco se puede ser el amigo perfecto y no esperar que algo espontáneo salga de esa relación, como puede ser la gratitud, la lealtad o el compromiso. Porque justamente de eso es que se nutren las interacciones humanas y la energía en nosotros no sigue un flujo del todo entrópico, sino que muchas veces nos recorre como ondas que pasan por nosotros y se van con los demas. Es por eso que debemos apoyarnos y darnos la mano para seguir adelante. Es muy dificil que todo lo que nos rodea este bien a la vez y es deber de quienes estan en lo alto tenderla a los demas. En este momento, todo mi espíritu está enfocado justamente en tratar de acumular la mayor cantidad de energía posible porque, muy pronto, será hora de ir a tenderle mi mano a alguien que lo necesita, y espero que acepte.

Saber esto me acaba de hacer entender también porque un amigo y yo jamas estamos bien al mismo tiempo: cada vez que yo estoy bien, el no, y viceversa (para su desgracia, ahora estoy en un punto altísimo de mi vida, pero desde aca le mando todo mi apoyo, y el deseo de que pare de meterse en cachos ya sea buscados o inconcientes). También me anima saber que, si alguna vez vuelvo a caer, tengo a mi lado manos amables que me ayudarán a seguir la carrera. Finalmente, me ayuda a entender por que muchas veces una intención noble y "neutra" termina, muchas veces, conviertiéndose en una causa egoísta (y ojo, que eso no es malo, simplemente, indica que que la acción se convirtió en reacción mas allá de nuestro alcance).

En esos casos, y luego de pesar los demas factores, lo mejor suele ser seguir esa línea. Esto, porque el destino responde a las dudas de dos formas: poniéndonos en situaciones puntuales que nos obliguen a escoger y enfrentarnos a acertijos que terminen de revelar la verdad que ya estaba dentro nuestro, o bien poniendonos la solucion en frente y forzándola, cuando ya la sabemos pero nos negamos a aceptarla.


Y eso pasa porque la reacción siempre es contraria a la acción originalmente buscada, y de buenas intenciones... ya saben donde está lleno ;-)

¿Que por que se me ocurrió todo esto?

El que sabe, sabe.

Handley